jueves, 3 de septiembre de 2009
Pompeya se prepara para la gran final...
"Al equipo lo vamos a confirmar un día antes del partido", sostuvo Ures tras la práctica que realizó el plantel esta mañana en el estadio, con miras al enfrentamiento contra los Pibes del Bajo.
Si bien el técnico no dio ningún indicio del equipo que parara el sábado, no habría grandes sorpresas en el once inicial. Javi seguirá defendiendo el arco. Pera, el Narigón, Mariano y Arito conformarían la defensa. Maxi, Pica y el Zurdo se repartirían el medio. Grandone seria el enganche. Solo restaría saber quien acompañara a Luciano en la delantera. El que tiene más chanses es Adrián, que a pesar de no estar pasando por su mejor momento, se sabe que es una de las debilidades del técnico. Todo lo contrario pasa con Platano, quien viene de ser el goleador el torneo pasado, pero se sabe que no es del gusto del técnico.
Así, los once para enfrentar a los Pibes del Bajo serían: Javier Tedesco; Juan Manuel Pena, Matías De Brun, Mariano Converti y Ariel Donato; Maxi Pereletegui (ya esta totalmente recuperado de una distensión de ligamentos), Matías Picone, y Jorje Mouze; Ariel Grandone; Luciano Ures y Adrián Pereletegui o Platano.
En cuanto al trabajo desarrollado en la práctica de hoy, el mismo se inició a las 10 en el predio “la posada de la pantera”, donde tras una fuerte entrada en calor, el cuerpo técnico decidió dividir al grupo para cumplir con diferentes tareas con pelota. Esto ocurrió en la cancha Nº 2 y tuvo que ver con los aspectos defensivos y ofensivos, algo que sin dudas debe seguir mejorando el equipo.
La actividad finalizó con ejercicios de elongación, y tras esto el grupo quedó liberado.
"La verdad es que estamos disfrutando este momento, quizás nunca más lo volvamos a vivir. También nos pone contentos la expectativa de la gente para conseguir una entrada, ojala el sábado le demos una alegría", remarcó el goleador Adrián Pereletegui.
Con respecto a las entradas, Pompeya dispone de 4.700 populares, que fueron agotadas en apenas cinco horas venta y derivó en los desmanes, 3.500 plateas altas y 2.700 plateas bajas, de las cuales todavía había remanente de quinientas.
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